ALVARO J. MARQUEZ
TU OTRO YO
Me gusta poner este verso en azul cada noche,/ pero mi otro yo ¡qué bárbaro!/ Me dice en tono de reproche/ "a ver si cambias de color Álvaro"
Tu otro yo nunca es el que cuenta
aquéllo que de tu boca suele oírse,
tampoco él es aquél que inventa
cualquier excusa para escaparse,
dice lo que sólo puede pensarse,
piensa en lo que no puede decirse.
Si preguntas “¿cuánto vas a tardar?
No me importa esperarte, encanto”,
la realidad es que quieres expresar
“si me salen raíces planta voy a ser,
haz el favor de darte prisa mujer,
ya me cansa tener que esperar tanto”.
Si alguna visita inoportuna te llega
saludas feliz y bien los haces sentirse,
pero tu otro yo a saludarlos se niega,
en tu cara se te nota, es cosa cierta
y poniendo una escoba tras la puerta
pregunta ¿cuándo rayos van a irse?
Estás a solas con ella al fin en la sala,
un beso te falta muy poco para darle,
pero tu otro yo cree que la idea es mala
y que te bese no es lo que debes decirle,
beso a quien se ama no hay que pedirle,
un beso a quien se ama hay que robarle.
Que contradicción es la que en ti existe,
luchas con la diferencia total de estilo,
te dice tu pareja que hoy está muy triste
y pide consuelo tuyo de muchas maneras,
la ves y le dices “son lágrimas sinceras”
y tu otro yo te grita “¡son de cocodrilo!”.
Un día deciden separarse, darse unos días
y en tu pareja deseas dejar grato recuerdo,
le dices “esto no es por ti, son cosas mías,
creo que un tiempo para pensar me daré,
te prometo mi amor que pronto volveré”
y tu otro yo: “si te he visto no me acuerdo”.