Ostoatl Texotli (Zorro Azul)

Paso a paso

Hoy comenzaré por dar solo un paso a la vez, no quiero comenzar corriendo, no quiero dar pasos acelerados, sin saber hacia donde voy, esperaré a que la tarde caiga sobre mi, extraño en mi piel el baño de oro vespertino, aquel tan delicioso que solo se puede sentir en el justo momento en que muere el día, aquel abrazo agonizante de un sol que se pierde en el horizonte, dispuesto y amenazante a regresar.

 

Como no pensar en mi vida en este momento, como no traer a mi vida aquellos recuerdos que me han hecho cada día más humano, recuerdo la frase sabia de mi abuela, las caricias firmes de mis padres, el momento justo en que la  inocencia ha quedado detrás de mí.

 

Como no ponerme de rodillas y agradecer a la vida todo lo que me ha dado, como no reconocer que sin la fuerza divina, aquella que es existente pero inexplicable, he podido crecer y darme a conocer como el ser humano que hoy miras frente a ti.

 

Como no agradecer a la vida cada lágrima llorada y cada caída, cada lamento, cada gota de sudor, cada ofensa, si han sido ellos los que me han mantenido con los pies pegados al suelo, aquellas cosas que me han hecho cada día mas humilde, mas lleno de vida, aquellas que me han hecho reconocer la grandeza de los corazones sinceros, de aquellos corazones cuya entrega es desinteresada, sublime, totalmente honesta, al punto de reconocer que en ellos no hay una unión especial sino una verdadera y fraterna unión de almas…

 

Como no agradecer a la vida por cada uno de ustedes: Mis amigos, que en cada una de sus facetas y su paso por mi vida, han dejado algo importante, una enseñanza, una lección, un interminable cumulo de historias, que he guardado celosamente en mis recuerdos, en aquel lugar en el que solo yo tengo acceso, bellos recuerdos y amargas experiencias, cada uno con el mismo e incalculable valor del otro, como olvidar que en cada instante ustedes han sido mi motivación, mi valor y la fortaleza que he necesitado para salir adelante.

 

Como no agradecer a la vida la oportunidad de decirles cuanto les quiero, cuanto bien han hecho a mi vida, cuanto bien han hecho a mi ser…

 

Como dejar que el viento se lleve mis palabras, si lo verdaderamente importante es plasmarlas aquí en donde ustedes y yo a cada día en cada momento, podremos traerlas a la mente y podremos hacer de ellas un lindo recuerdo, aquel que hace la diferencia entre el olvido y un “hasta luego”.

 

Finalmente como no agradecer a dios la oportunidad de estar vivo… un día más.