Nos encontramos en el mismo lugar
a la misma hora de siempre,
ya sabrás de antemano lo que pediré
nos sentaremos(para no perder la costumbre) en la misma mesa
junto a ese gran ventanal que da a la tienda de mascotas
¿cuantas veces me pediste que te regalase una?
¿cinco o diez?, no me acuerdo.
Se que no me saludaras
ya es tu costumbre no hacerlo
solo te sentaras frente a mi mirando
fijamente hacia afuera
hacia ese punto perdido que nunca encontré.
Nos serviremos una cerveza o un vino
para amenizar de alguna forma esa tensión impuesta por ti.
Para mi.
Oleré tu perfume que se suspenderá en el aire
cuando saques tu pañuelo
sonreiré para mis adentros
mientras tu preguntas
sobre esos temas sin importancia para los dos.
Y mientras la hora pasé,
y pasé rápido como destello solar
yo me daré cuenta que me he vuelto
a enamorar de ti.