Descansa tambien tu, bella princesa
y deja que te acaricien mis manos,
que naveguen en tu piel -que como llanos
esperan las lluvias...yo lo deseo belleza.
Espero tus brazos que como dogales,
se enrollan en mi cuello amor divino,
modelo excepcional del arte davincino,
doncella linda de palacios reales.
Duerme en compás y bien sabida,
que de mi sentimiento...eres vida,
y de mis razones...totales como leales.
Cuando al despertar te sientas,
enormemente de mi amor...atrapada,
no olvides, que eres tu quien me alientas.
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, marzo 04/13