Tejedora de versos

Déjeme ser lo que quiero ser

 

Déjame tatuar un te amo al reverso de la luna

 Enviar besos de amor  al   viento

Cantar a la brisa   una canción de cuna

Sentir que aun vivo, cuando estoy muriendo

 

Déjame llorar como lo hace un niño perdido

Que llora pero tiene esperanza que volverá a casa

Deja que hoy sueñe mi corazón abatido

E imaginar  dolor que alguien me abraza.

 

Déjeme ser lo que quiero ser

Y no ser  lo que quieres tú

 

Déjame volar en mis pensamientos

Libérame de estas hirientes mordazas

Que tienen a mí ser en un triste lamento

Déjame olvidarme   dolor, que la tristeza me ata

 

Déjame ser el instante de este instante

La voz de lo que mi alma calla

 Que sea mi verso el buen caminante

Que no lo detiene tormentas, ni murallas

 

Déjeme ser lo que quiero ser

Y no ser  lo que quieres tú

 

Déjeme navegar por mis recuerdos

Soñar que vuelvo a  sonreír

No me vista más de negro como van los cuervos

Déjame sentir que vivo ¡déjame vivir!