María

Ya no somos niños

Me encantás.

Te gusto.

Como decís:

“No tendría nada malo intentarlo”.

Coincido…

Pero seamos realistas:

ya no somos niños.  

No  es mi última palabra.

Continúo…

¿La verdad?

Tengo miedo.

Sos un caballero tan interesante…

Y sé de tantas mujeres pendientes de vos.

Fuiste frontal y me elevaste….

Me gustaría ser sincera.

Tengo pánico de que seas del tipo de hombre

que se pavonea desplegando las alas del “pavo real”.

Y no estoy para eso…

¡No te asustes!

¡No busco casarme!

¿Te aliviaste? =)

Amaría encontrar un compañero de ruta.

Alguien que me brinde total confianza.

Ya sabés cómo soy :

clara .

Ahora te digo lo más importante.

Una condición sine-qua-non.

Necesito total certeza

y seguridad.

Preciso que entiendas muy bien

este último y determinante detalle:

Que pactemos no traicionarnos nunca.

Porque la idea  es que entre ambos no  haya velos ni espacios vacíos.

Te lo dije. Me gustás, me interesás.

¿Probarías?

Mirá que ya no  somos niños…