Miro la rosa de tu boca,
mientras me hablas,
pienso en el rosal de flores rojas
que está a la derecha de la entrada.
y muy quedo, me digo,
hoy ha venido a visitarme.
También, me fijo en tus manos,
mariposas en vuelo y en reposo,
cuando me cuentas,
uno de los sueños de tu vida.
En silencio las tomo,
siento su tibieza, y suavemente
las beso una a una,
tu, sorprendida y nacarada.
En la imaginación cierras los ojos,
y un beso de mi boca
se desmaya en la tuya.
Me lleno del perfume
y esencia de tus flores.
Gracias, te besa mi alma.
Y al siguiente día,
la rosa de tu boca no tiene color.
Está muy blanca. ¿Por qué?
Por que un día antes
derramaste su color en mi pizarra .
EL POETA DEL AMOR.