Es un día triste, con nubes grises
El viento sopla, todos se retiran
Excepto dos seres que muy felices
En silencio se miran y suspiran
Ellos, se funden en un tierno abrazo,
La tarde, se presta para el romance,
Y en silencio, contemplan el ocaso,
Rogándole, que el tiempo les alcance:
Llevan varias horas en la banqueta,
El, le mira, sólo quiere mirarla,
Ella, le mira, y sonríe coqueta,
Y, son más las miradas, que la charla;
El agua, lentamente cae sobre ellos,
Disfrutan juntos del atardecer,
Y el cielo despide intensos destellos,
Que hacen a la tierra resplandecer:
Son dos almas que dándose calor,
Dejan la tarde de lluvia confundida,
Son dos amantes que dándose amor
No quieren darse la cruel despedida.