¡Morir! no quiero, ser arrastrado por el mal
Vivir, si quiero gozar del mundo algo fugaz,
Admito que soy un vagabundo sin más,
Buscando el amor, en una mirada y gozar…
Hay un jardín dentro de mi interior
Que desoja miles de margaritas
Y le pregunto al radiante sol,
Cuál de ellas será, solo mía…
Muero en la distancia en muchos sueños
Que están en la balanza de mis agonías,
Depresiones fugaces, me baten en duelos
Y juego sin jugar entre mis fuertes manías…
¡Quién soy yo para, luchar contra mi destino!
Si muero y vivo, en mi carrusel de amores,
Me siento prisionero, me siento cohibido
Y la luz del día ciega todos, mis temores…
Y le pido a “Dios” que avale mis sentidos,
En lo bueno y en lo malo ¿Qué pasara?
Dentro de la cueva de mis fugaces olvidos
Y muero y resucito, dentro de mi hoguera…
Soy un ser enfermo y entre mis agonías,
Pienso vivir mil años pisando la tierra,
¡Que se olviden los demonios de mis días!
Aunque mi corazón y alma vivan, miseria…
Desnudo de amores, de sonrisas y gloria,
Amor que desnudas el sexo que he perdido
Y no soy un ángel en el terreno de mi feria,
Me siento sin fuerzas, para este castigo…
¡Que me imponen los Dioses, del olimpo!
No pido fortunas solo la caricia de mil besos,
Que se enjuguen dentro de mi campo
Y quiero vivir, vivir, en mi jardín de sueños.
¡Los sueños son la esperanza, que despiertan los instintos y me hacen vivir, momentos mágicos!
Modesto Ruiz Martínez / lunes, 04 de marzo de 2013