Salgo del letargo;
algo me provoca,
invade mi terreno,
me incita a la lucha.
Emerge nuevamente
la astuta, la valiente
tramando la estrategia,
maquinándola en la mente.
Cual perro fiel me afano,
protejo el territorio
y logrando la victoria
regreso al perfil bajo.
La amable, la complaciente
vuelve calmada y sonriente,
capaz de regocijarse
con el canto
ameno de un pájaro...
BlancaLis