Mi calendario es un vals,
y cada día es un giro,
que va bailando en suspiros
sin saber si me amarás.
Y van pasando los días,
las semanas y los meses
y mi corazón suspira
porque tú quieras quererme.
Y danzamos este ritmo,
dando vueltas locamente
alrededor del cariño,
que nos damos mutuamente.
Pero este baile es un vals
y no podemos pararnos.
Dime al menos, si es verdad
que por fin me estás amando.
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