Pintarse de color para vestir la sombra
Dormir sobre el espejo con las alas rotas
Besar el viento mientras te azota y nombra
Levantarse de nuevo sin importar derrotas.
Surcar el cielo siguiendo el sol con los dedos
Y jamás sentirse insignificante o pequeño
En el vasto mar ahogar los miedos
Y caer rendido en el más dulce
sueño.
La vida es larga o corta en cualquier sentido
Pletórica de amores, dudas y plegarias
Miel o hiel, qué importa, agradecer lo vivido.
Caminante ávido, continuar fiel en los senderos
El mundo gira siempre en sus rutas milenarias
Todavía quedan luces y otros derroteros.