Siento cómo vas llegando
y te posas en mi alma,
colocándome un collar
de besos y caricias.
Mis labios, ávidos de los tuyos,
agradecen calmes mi sed,
esta sed que los abrasa.
Abrázame fuerte, cariño…
con esas alas sensibles
y arrópame como a un niño,
que soñándote ... te vive.