Dejas las huellas de tus manos tatuadas en mi pecho,
caricias invisibles que vuelan en el aire.
Mil años de amarguras intoxicadas me pasaron por encima,
mil años que borraste de un beso, calmo, lleno y sincero.
Fue necesario ese adiós que rompió mi alma,
que desgarro mis mantos del tiempo esperado.
Fue necesario esa mirada fría que congelo la mía,
esa palabra que estrenaban tus labios, tan mios.
Fue necesario, lo fue, para conocer en ti lo que jamas busque,
lo que jamas vi, ignore, espante, aleje.... y ame.
Tal vez aun sea de noche, entiendo,
pero el sol se asoma a lo lejos.
Tal vez me mienta un poco, lo se,
pero la sed me mata y el espejismo llama,
son destellos en la noche.
(No quiero mentirte aun así creo que te amo ,
y decir algo que no pase moriría por tenerte en mis manos.
No quiero escucharte dílo, por favor, invítame
solo déjeme ir por hoy quisiera quedarme, eterno en vos.)
Lemos Maximiliano Daniel
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