Duerme tranquilamente la ciudad
cuando la gente sigue en la faena,
pocos irreprochables, gente buena,
otros diablos que gozan la maldad.
Algunos castigados con la pena
de tener una vida paralela,
son pábilo que humea, pobre vela,
que ya no alumbra ni una triste cena.
Aquel poco le interesa la vida,
se va dejando morir cada día,
consume poco a poco la energía
y a la muerte le dio la bienvenida.
De lejos miré la vida apagarse
en los trémulos ojos de un anciano,
a cuestas un dolor sobrehumano
de tristeza lo hacía lamentarse.
¿Qué sientes cuando miras la desgracia?
¿Puedes ver el dolor sin conmoverte?
¿Cuándo te ayudaron sin conocerte?
¿Retribuye la gracia sobre gracia?
Crystal CG