Solo me cubre mi manta
Cuando el alba me despierta
siento la caricia del sol,
y solo cubre mi cuerpo
una vieja manta roja.
Ha sido mi confidente
testigo mudo de mis nostalgias,
que imborrables me persiguen
llenándome de añoranzas.
Todavía siento tus besos
impregnados en mi almohada,
sueños llenos de caricias
que se apagan al amanecer.
Acaricio mi vieja manta
que también cubrió tu cuerpo,
en aquellas noches locas
que compartiste conmigo.
Y así, toda envuelta en ella
que tejí con tanto empeño,
mimosa yo me acurruco
lanzando al viento, ¡más sueños!
maria_dg