Vestigios de labios de fuego prendidos por mis nervios
es el efecto de esta mujer, que no conozco pero domina;
la siento como de cerca mi boca, como el aire de lejos,
es fuerza que avanza como perfume de rosa que mina.
Mis sentidos así me informan que en ella exista aquello
donde la vida que se siente, sus pasos, los de uno camina;
enciende de forma progresiva un fuego que nace destello
terminando el alma con su llama alegre como bailarina.
Dama que vive lo simple de un rayo de sol por el cuerpo,
mariposa nocturna cuya alas las estrellas las contaminan,
señora con estampa delicada que hace posible este sueño,
así es esta criatura que viene del cielo, pura y cristalina.