Es tan claro el amor que por ti siento,
y que me arrastra de la razón a la locura,
por tu manera de ser...bella criatura,
me atrevo a decir...porque te consiento.
Cuando mi alma se rompía en pedazos
y de mis angustias no tenía ni un testigo,
apareciste tu cielo, trayendo consigo,
esa armonía y tranquilidad en brazos.
Mi silencio, que como un frágil cristal,
se rompía al tenue vuelo de un bicho,
derivado del momento como he dicho,
tan pesado que sentía...tan frontal.
Cuando de ideas y razones, estaba mudo,
y todo a mi alrededor la entraña era fría,
apareciste tu, como luz en mi alba sombría,
rompiendo con ternura mi desazón, mi nudo.
Ningún escollo en el trayecto dejas sin mover,
de la espesa niebla que cubria mi camino,
no quedan si no vestigios de rocío y pergamino,
para cubrir del libro ese destino, acabado de romper.
Ha mucho, mi corazón cobarde se negaba,
a quebrar el itinerario marcado tiempo ya,
tu presencia lo anima, porque ahora va,
como potro desbocado en busca de su amada.
Ya gozo el privilegio de mirar del sol, su salida,
cuando antes escondida entre penunmbras, y;
todo transcurría lentamente, hoy por ti,
mis perspectivas ya son otras....GRACIAS VIDA.
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, marzo 07/13