I
Yo... te dejaría que estudiases mis fantasías...
mis pensamientos... mis aposentos más secretos,
todas las vidas se comprimen en una... la tuya,
todos los tiempos... en un solo instante,
sublime contigo... en tu compañía...
en tu inmenso y recóndito universo,
tu aliento... mi aliento... nuestros besos.
II
sin duda tu alma estaría segura en mis manos,
mis caricias serian como seda bordando tu cuerpo,
besos y abrazos como jamás te han dado,
tiempos incesantes... ternura desbordada,
entra... no te quedes fuera ni un instante,
ahí fuera hace frio... y mis brazos te esperan fervientes.
III
entro.. observo... y vuelvo a desordenar mi corazón,
para recopilar los tiempos buenos, los bellos, los tiernos,
los más sinceros... los que nos hacen vivir sin complejos,
sin miedos... hay tantos cercanos y eternos,
que en este mismo momento... no recuerdo,
los tiempos malos los lejanos quedaron obsoletos,
parecen inciertos comparados con estos,
mis sueños.... no dejo que escapen,
los aprieto fuerte... porque también en ellos...
estás muy dentro.
IV
Te he buscado en millones de estrellas,
en otras vidas vividas... en otros cuerpos
habitados por mi conciencia,
por mi alma errante y vacía,
esperando impaciente,
que aconteciere ese tiempo,
ese tiempo que tanto he deseado,
para por fin encontrarnos y poseernos.