saverio

A mi patria

Subí a la almena, subí al fin, y allá estaba

la tenue soledad de las alturas

Buscaba yo, al fin, y así luchaba

tratando de olvidar las amarguras

"¿Como así" me dije yo apenado

al encontrar la luz de este portento

no pueda nadie henchirse con contento

y dar las gracias al benigno hado?

Atrás de la vidriera, allá quedaba

el dulce sisear del agua clara

y contra el cielo azul se querellaba

la ninfa blanca de la nieve amada

" Ay!" pensé, "si sólo con mis manos

pudiera yo mostrar amor eterno

hacia la patria que nos hace hermanos

y ha de mirar a mi dolor postrero"

Así yo me decía, candoroso

Con fe en la voluntad del Hacedor

"Puedo decir, no hay nada más hermoso

que de la patria el seno acogedor"

Pero mirando a la aguja tan señera

del monte que se alzaba inmemorial

"¿verá morir aquí la luz postrera

a mi alma blanca en este seco erial?"

La nieve, candor blanco, a mí venía

Buscando en mí un refugio en derredor

Creía yo, y mejor yo me decía

"Es el refugio de mi corazón"

Y cuando al fin miré yo, acongojado

las cenizas del fuego en el salón

"Esto, me dije, por amor yo he amado,

¿será delirio, será acaso razón?