No estoy loco porque mire
a las estrellas a los ojos
o porque despierte frente a frente
de la creación misma.
Y, de repente, veo una luz
muy grave
que se va haciendo cada vez más grande
a la vez que empequeñece;
la luz desaparece y vuelve a aparecer;
y una explosión multicolor
arrebata todo el hambre que tenía
y lo convierte en un prado
muy verde
con el césped recién cortado.
¿Lo habéis visto?
¡Estoy aquí!
Sin campos
ni átomos
ni noches
aparezco de nuevo frente al ordenador.
No sé si hay alguien leyendo mis versos.
Yo sigo aquí,
despierto,
escribiendo para vosotros,
para mí, para el cosmos.