Emanuel Acuña

La perdida

Reloj, corre y avanza,

minuto a minuto se va,

su muerte se acerca y le alcanza,

su vida se pierde y se va.

 

El llora y ella respira,

solloza por que la pierde,

es ella quien pronto expira

las fantasías siempre tan verdes.

 

Sus lágrimas caen de sus ojos

que se cierran desconsolados,

y de llorar se han vuelto rojos,

su madre ya le ha dejado.