¿Soy la novia que se quedará esperando
o aquel marinero que partirá sin regreso?
Como una historia de todos, la de ambos,
el mar de la distancia seguía con sus ecos
mientras tu corazón y el mío tanto soñando
vivieron, indefinido, ese último dulce beso.
Te amo, me dijiste aún siendo en ti cercano,
te contesté que siempre lo haré y he hecho.
Ahora, a esperar, el regreso de tus labios.