Ostoatl Texotli (Zorro Azul)

LA BESTIA

¡Que hice Dios mío!, merezco morir, morir como el más cruel y despiadado de la creación, ¿Cómo fue posible que hiciera esto?, como pude ser capaz de levantar mi mano en contra de quien me dio la vida, en contra de quien esta dispuesta a dar su vida a cambio de la mía,  no se, solo sé que merezco la muerte, ella es una santa, un ángel, alguien que merece todo el respeto y que aun así, golpee.

 

¿Qué hago?, contéstame Dios mio, mi madre, aquella que me bendijo aun antes de saber que yo era hombre, la que me bendijo y sonrió al conocerme, la que me crío, esa mujer que me enseño la primera plegaria hacia ti, aquella nunca me dejo solo, que estuvo paso a paso conmigo, aquella que enfrentó mis errores, la que me dejo un camino libre, la que me defendió de mis enemigos, la que puso en mis manos el mundo entero, la que nunca me olvidó y que, aun después de haberla golpeado, estaría dispuesta a perdonarme.

 

¡Soy un animal!, alguien que merece que todo el mundo lo maldiga, alguien que debe quitarse la vida, -la he golpeado- lo digo como aquel que celebra un triunfo ¿Qué soy?

 

Nada, solo sé que al morir, yo seré el único que no tendrá cabida ni en el cielo ni en el infierno, merezco vagar por el mundo humano siendo ya un muerto.

 

Aquí estoy solo y triste, llorando mi lamento doloroso, solo espero que dios me perdone por tal falta, aunque se muy bien que mi madre ya lo ha hecho, no me creo capaz de resolver estas faltas.

 

Dios quítame la vida y mándame al infierno, he tomado una daga que refulge entre mis manos, y con ella, me he quitado la vida, y ahora estoy aquí viendo como aquellos que me quieren lloran por mí y que algún día me recordaran como aquel que golpeó a su madre y después se quito la vida.

 

Madre Dios te bendiga y te proteja, te amo y no quise lastimarte, pero ahora ya he pagado mi culpa.