En la plácida y calmada noche, busco duendecitos, y hadas rosas
que me ayuden a buscar el amor que entre mis manos se fué,
que un hada me ayude a buscar entre el bosque tu amor que
en algun rayo de luna se escondió.
Un duendecito me lleva con él, para encontrar tu amor,
una luciérnaga me revela en donde se quedó tu amor,
Y la luna ya apenada me sonrie indicando donde se
durmió tu candor, y entrega en mis manos, tu cálido
y suave amor.
Tomo tu amor y con suave primor lo llevo
cerca de mi corazón, y lo deposito en nuestro
apasionado y tierno nido de amor.