Tesoro divino,
Caído del cielo,
Hermoso angelito,
Que me eleva del suelo.
Y mi amor crece mientras más te conozco,
Ya que preciosa es tu silueta que tanto deseo,
Perdóname por ser tan frio ‘Tan osco’
Pero no me faltes nunca. . . que me muero.
Quisiera poder tenerte toda una eternidad,
Más allá de este mundo, más allá de lo finito,
Lo sé soy humano y tengo caducidad,
Pero mi amor por ti se ha vuelto infinito.
Mi vida, gracias por todo tu amor,
Aunque se que no me lo merezco,
Porque en tu vida he causado dolor,
Y patán a menudo parezco.
Pero, en verdad Te Amo,
Necesito gritártelo. . . tan solo decírtelo,
Y hoy en tu día te clamo,
‘Soy todo tuyo en todos los sentidos’
Y es que solo tú me llenas de dicha,
Créeme que por ti. . . yo daría mi vida,
Ahuyentaste de mi la melancolía,
Y ahora vivo. . . por la luz que me das. . .
. . . al despertar. . . cada día!