Sucedíamos todo el tiempo,
bajo el agua y el inframundo.
Sucedíamos en animales, en rocas;
en brisas y collares.
Sucedíamos en auroras,
bajo arboles de fuego y caminos de pestañas.
Sucedíamos en autos; en el roce de tus manos
bajo el calor de mi falda.
Sucedíamos de noche,
entre colinas y descensos.
Sucedíamos volando,
en el ser y en el sin serlo.
Sucedíamos entre amores y cariños y desamores y dolores.
Sucedíamos entre cuentos y canciones, entre gritos y pasiones.
Sucedíamos simplemente, entre la mirada y el afecto,
Sucedíamos aún ausentes, entre almas abrazándose en silencio.
Así siempre, así continuo.
Sucedíamos todo el tiempo.
Entre tu risa y mi queja.
Entre mis alas y tus lienzos.