Una mujer humilde y piadosa
eligió Jehová, nuestro Creador
para enviarnos a la tierra
un Salvador
Inmaculada María,
madre que Jesús nos legó
¡Bendita seas María
entre todas las mujeres!
Que cada día sea causa
de amor, gratitud y libertad
Y se rompan las cadenas
que sojuzgan nuestra dignidad
Es hora que en la tierra
soplen vientos de paz
Tantas lágrimas vertidas
serán un día llovizna
que hará los campos brotar
Agradezco al cielo
haber nacido mujer,
llevo en el alma
el cariño y los sudores
de mi madre y de mi abuela
mujeres de temple y tesón
Esposa madre y abuela
tres dones, tres bendiciones
que el Señor en mí derramó
Mujeres, labriegas, heroínas
Hacedoras de humanidad
Afanes, desvelos y anhelos
Corazonadas y sueños
Y el amor con sus esmeros
fortalecen nuestra misión
Y así entre fervores, arrumacos,
sonrisas y llantos,
retos y sobresaltos
los hijos van creciendo
y nuestra piel envejeciendo
hasta que un día
nos dicen adiós
En los sueños
y noches de insomnio
vuelven y se acurrucan
aquellos niños que fueron
la alegría mayor
Es la vida que me regala
y enciende
un nueva ilusión
En las manitos de los nietos
la ternura se hace vuelo y canción
Elida Isabel Giménez Toscanini