Cuando te tengo en mis brazos
es que el tiempo ya no existe…
Es mi deseo que insiste
por sentirme a ti abrazado.
Son sensaciones del alma,
que vibran con mucha fuerza
entre brazos que se enredan,
con la química y la magia.
Y el resultado no es otro
que la piel exuda vida,
y por sus poros suspiran
los corazones fogosos.
Y la vista se enmaraña
y voy cerrando los ojos…
Mis pestañas son cerrojos
que van cerrando ventanas,
donde la luz del antojo
ilumina mis estancias.
Y todo tiene importancia…
el abrazarme a tu cuerpo,
el sentirte tan adentro
y saber que la distancia
solo es fruto de un momento.
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