El poeta descansa.
El poeta piensa.
El poeta está vivo.
El poeta escribe.
Está concentrado.
Rememora. Toma decisiones.
Silencio.
El poeta sueña.
Está colmado de ilusiones.
Necesita de ti.
Se abstiene de comunicar.
Vive en su interior
deseos de vida, de amor,
de solidaridad, de amistad.
El poeta está triste.
Espera. Tiende sus brazos.
Te necesita. Te busca.
¿Te encuentra? Silencio...
El poeta piensa, y escribe.
El poeta mira a Jesús.
Lágrimas despiden sus ojos.
Por ti. Por todos. Por todas.
Por el mundo.
Lágrimas por los horrores.
Por las guerras de los humanos.
Por las tristezas del alma.
Te espera... Silencio...
El poeta conversa con Dios,
y llora por la emoción
de su presencia.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto -09/03/2013)
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