Todo el magma del señor Rasunfate
se enfrío en sonrisa de medio lado
y una mirada despeñada
de su frente descerrajada.
Escribía versos y vestía inclemente
para muchos agoreros equilibrados,
así como surgió del abandono
de una retina inquieta y dispar.
Mas tuvieron que clasificarle,
contumaz impronta que tranquiliza,
y de tal guisa posó de indiferente
para sospecha de algún uniformado.
Kabalcanty©2013
(Ilustración de Glaucoma Rasunfate)