Atardecer, se corona el cielo de luz,
las nubes dan paso a la noche
y las estrellas aparecen majestuosas
junto con tu recuerdo
que se niega a partir,
negándose a morir en el olvido;
más en el universo,
nuestras almas vagan
en el silencio de una vida en penumbras,
pero al término del camino,
al final de sus vidas,
se han unido en un solo espíritu,
unidos por amor,
formando un solo ser de luz,
y en ese misterio que me envuelve,
entre neblina voy, tu boca enmudece...
callas, pero logro percibir eso que te inquieta,
aunque en tu corazón lo aprisiones
y lo sumerjas dentro de una gota de lluvia.
en mis sueños te veo,
más no sé si seguir soñando
o sólo imaginar que estás aquí,
y no puedo evitar suspirar al ver la Luna,
pues parece gritar que me amas,
y bajo su luz, a mitad de la noche,
bailo al compás del viento
que me lleva envuelta,
en remolinos de una luz mágica,
casi puedo tocar las estrellas...
silencio...
escucho un dulce canto que me dice... te extraño.
Tu fuerza me mueve, tu luz me guía,
la noche se acerca,
más no tengo miedo... Tú estás conmigo.