Te quiero, luz divina, manso rostro.
Te quiero como se debe querer,
Con agua limpia, con cielo abierto,
Con dulce rostro y labios rojos.
Y sin saberlo tú, que eres vida,
Juventud, campo llano y rompeolas,
Barco anclado en alta mar,
Me sumerjo en el tiempo, claro día
Sueño eterno, tú, mi amor.
Mi cándido hechicero, luz de invierno,
Savia fresca, color intenso.
Lánguida mirada de cielos enharinados,
Que fue a amar a la luna
Y se encontró su destino