Las luces de tu alma se escurren entre rejas de sentimientos,
me traen los recuerdos de las aguas,
siento frío en las yemas de mis dedos llenos de pasado y dolor inconcluso.
Mi corazón me duele al pensar que mi día se oscurece,
siento un dolor a confuso,
deseos de volar con alas de acero,
mi angustia parte de una idea sin energía,
me molesta el no poder ser la dueña de sus latidos.
ni el oxigeno definiendo la existencia.
Tengo algo de otro extremo a lo extraño,
la esperanza del ciego vacío de imágenes,
la debilidad de Ulises frente a una musa de Poseidón.
Nazco día a día al pensar que la vida me acaricia,
crezco centímetro a centímetro al saber que domino la muerte,
sigo viva como el cielo azul y celeste de otro horizonte.
Por Walter Trujillo Moreno, Marzo 2013