Francisco de los Angeles

TÚ EL AMOR Y EL DINERO

Aquel día escuche cantar a ese pájaro por la mañana,

La mañana me envolvía con el frio que penetro hasta mis huesos,

Esa mañana antes de amanecer, te fuiste sin decir ni una palabra

No sobraron razones para tu marcha

Como si aquel día hubiese sido ayer, pero ya son años,

Mi cama sola amaneció sin tu presencia

Solo el olor a ti quedo atrapado en las sabanas

Esas sabanas que recordaran cuanto te ame.

 

Ese pájaro me despertó del profundo sueño

Un sueño en el que te encontrabas tú

Tú, mi rancho, y mi pobreza.

 

Que ilusiones guarde con tigo,

Qué suerte corrí con tigo,

Algo imposible que se me había hecho realidad,

Así como imposible fue retenerte a mi lado,

Soy pobre y lo admitiré,

El amor no tiene precio, recuérdalo,

Iras a buscar fortunas, pero no encontraras amor,

Amor

Amor solo yo te lo regale,

Ahora yo, con mi pobreza, mis lagrimas y mis calcetines rotos te recordaremos.

 

Ahora solo guardo tu recuerdo en el marco de la puerta, en la que te parabas,

Esa puerta en la que se sentía una paz,

Ahora al asomarme al falso la veo cerrada,

Falta tu presencia, tu presencia que deambula en el mundo.

 

El campo me recuerda a ti,

Con esa brisa que mueve las hojas de los cañales,

Así como tú aroma fresca y dulce, movían mi corazón,

Ahora mi corazón no sabrá lo que es amor,

Hasta que ese pájaro vuelva a cantar y me señale a donde encontrar el amor.