He detenido el tiempo de mi lectura,
Los versos son incoloros y el gemir del
Lápiz se va perdiendo de a poco
Las letras se dispersan,
Difuminando mi vista perdida
En búsqueda de tu rostro
Mis oídos solo escuchan el oleaje
De las maquinas móviles de las calles
Intentando oír tú respiro lejano
La mente se me pierde en el sonar
De una canción, vuela a tus brazos
Imagina un alimón
Pero estás distante de la primavera,
El invierno te conserva en el Quito Colonial
Más, mis escritos no vuelan alto,
Solo navegan por el viento
Pronunciando tu nombre opacado
La tormenta se ha rendido
Mostrando el sol al amanecer
Te quiero tanto!
Mi mente dispersa no piensa en ti,
Está en ti, así como mis labios no quieren los tuyos,
están sumergidos allí
El día llegará con el futuro incierto
Estaré a tu vera
Cobijando tú lecho
Oh! Dulce amarga espera
El tiempo no se desvanece con el
Paso del segundo
Quiero amanecer mil veces
Y oscurecer una nada más,
Así compartir contigo
Hasta la eternidad.