Oiga bien, mujer hermosa
Hoy, que estoy poco apenado,
Le confieso con cuidado
Que es usted joven preciosa,
De fragancia esplendorosa
Y de aroma delicado,
Se lo digo enamorado
Con mi voz muy temblorosa
Y es más bella que una rosa
Que de rojo, se ha pintado,
Y cual sol iluminado
Siempre irradia, luminosa
Y esa mano cariñosa
Que mi rostro ya ha tocado,
Arde el fuego apasionado
Entre mi alma caprichosa
Es usted, maravillosa
Un buen verbo, predicado,
Un amor que se ha posado
En mi mente silenciosa,
De beldad, es majestuosa
De alborozo ilimitado,
El fulgor más decorado
De una estrella primorosa
Su lindeza es de una Diosa
Que a un planeta le ha entregado
Privilegio afortunado
De hermosura generosa,
Tiene esencia deliciosa
Con olor muy refinado,
Un olor no comparado
Ni con rosa prodigiosa
Su existencia es fabulosa
Sin decirlo exagerado,
Porque el cielo está alumbrado
Con su luz tan calurosa,
Bella joven fervorosa
Yo estoy muy entusiasmado,
Por tenerla un día a mi lado
Con palabra venturosa
Si la Luna está envidiosa
Ya que usted la ha desplazado
Con el brillo venerado
De su noche más gloriosa,
Y si canta, en voz virtuosa
Pide el cosmos su traslado,
Para oírle, concentrado
Mientras hay canción melosa
Y aunque mi alma está nerviosa
Por lo que hoy le he confesado,
No me siento avergonzado
Pues palabra, es respetuosa,
Si usted no es mi mariposa
No me siento preocupado,
Porque intento fracasado
Es derrota victoriosa…