TucididesLopez

MIRADAS

Me pides una mirada y me robo de un niño su esencia, su pureza e inocencia para cautivar tu alma. Pienso en los ojos de mi madre y es ella quien te mira gozosa, con la expresión más amorosa y en su boca un !Dios te guarde! Ahora siento que de ti me enamoro y te miro con amor infinito, ese amor único y exquisito impregnado de eternos "te adoro". De pronto te imagino mi enemiga y mi mirada te sigue cargada de maldad, no, no puedo hacerlo en verdad, porque te quiero más de lo que imaginas. Hay tantas miradas como múltiplos de dos, y con esto no quiero eximirme, prefiero entonces despedirme pidiendo para ti la mirada de Dios.