Armo el recuerdo y son sentimientos
Lo intento, como una rara gambeta de la vida
No hay nadie a quien preguntarle sobre sus modos
Podré entonces, enarbolar los sentidos sin más palabras
Y alcanza con tu melodía para saberlo
Rodaron voces por las acequias del olvido
Y las arenas del camino las taparon
Sabrían acaso de tu llegada
O simplemente, fue mi gusto por la vida
Por eso, hoy en cada omisión estás presente
Te muestras de pie en la pared oscura
Y tus formas me colman de insinuaciones
Me acerco a ellas, para callar tus silencios
Y aparecen lentas, las alusiones del pasado
De ese pasado tan presente que fuimos ambos
Que es hoy un recuerdo sin lenguaje previo
Casi prudente, tal vez esquivo
Es un obsequio que renueva el deseo
Y se aferra al lado más feraz de nuestras almas
Bastan tus manos largas y tus ojos claros
La fuerza de mis abrazos y las caricias
Los rastros de nuestro proyecto pensado en otros mundos
Y esta mayoría de edad para los sueños