Invítame a morder,
el fruto prohibido de tu Edén,
invítame a tu paraíso,
que ansiosa estoy de saciar mi sed.
Invítame, a perderme en tu desierto,
que yo te guiaré,
hasta anclar en el oasis de mi piel.
Invítame a fundirnos de pasión y de deseo,
que mi cuerpo ansioso está,
por sentir el calor de tu cuerpo.
Invítame a perdernos en el tiempo,
a no contar las horas,
a abandonar este mundo
y crear nuestro mundo,
entre cuatro paredes.
Invítame a probar tus labios,
a saborear tus besos,
a embriagarme con tu aroma,
invítame,
que yo te invito,
a apagar mi fuego,
a cabalgar mi vientre,
a esculpir mi cuerpo,
a calmar mis ganas,
ganas de amar, de pasión, de sexo...