La abeja
Nadie emite ni siquiera una queja
porque no hay en eso contradicciones
que seas seleccionada, tú, abeja
la princesa de tantas floraciones.
Todos te ven de manera perpleja
como ejecutando, tus ambiciones,
danzas en forma rápida y compleja
luciéndote en diversas ocasiones.
Sigue la abeja en su misión tan fiel
libando alegre, fabricando miel,
con el sabroso néctar de la vida.
Sigue libando abeja encantadora
que esa bella jornada agotadora
será por todos bien apetecida..
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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