Hoy no quisiera que llegue pronto mi esposa.
Desearía que se demore para decidir qué hacer...
Qué hacer... ¡Y lo que he hecho!...
no me lo perdonará, me denunciará,
estoy seguro que lo hará,
y con justa razón...
¡Estoy perdido!...
(entra su esposa, Nancy)
¡Nancy... no te asustes!...
Sí, estoy cubierto de sangre...
¡No grites, por favor!...
Por favor, no grites...shhh...
no llores, no sabes lo que ha sucedido,
también yo tendría que estar llorando...
¡He cometido un crimen, Nancy!...
No he tenido la intención de llegar a eso...
pero tuve que hacerlo...
Su vida, o la mía...
¿Recuerdas que hace una semana
le pedí dinero prestado?
¡Edgardo, sí!...
Fui a la casa a decirle
que no le podía devolver
los seis mil pesos que me había prestado,
el plazo vence mañana,
le dije que me esperase unos días más...
me lo negó rotundamente,
dijo que él estaba más necesitado
que yo...porque justamente hoy
perdió dinero en las carreras,
que podía costarle la separación de su esposa...
sobre la máquina de coser de ella,
había una tijera,
estaba borracho, no sabía lo que hacía...
le pedí que se serenase, que ya lo arreglaríamos...
me insultó, me puteó, me pegó una trompada...
se le cayó la tijera, yo la patee,
él me tomó de una pierna, me hizo caer,
súbitamente me levanté,
él tomó la tijera,
le dí una patada en la mano...
la tijera cayó, la levanté y...
¡Nancy, se la clavé dos veces
sobre su estómago!...
Sangró, sangraba...
¡No quiero recordarlo!...
Nancy, protégeme, no comentes mi crimen...
¡no digas nada a nadie, por favor!...
debo irme, debo escapar...
sí, tienes razón, te harán declarar...
la esposa está enterada
que él me había hecho ese préstamo...
¿qué hago Nancy... qué hago?
no quiero entregarme...
estaré encerrado por años...
¡antes que me metan en la cárcel,
prefiero matarme!...
sí, sí, no sé lo que digo...
no sé qué hacer...
tú... tú no sabes nada, no me has visto...
trataré de ocultarme, desaparecer
por unos días...¿crees me encontrarán?...
¡sí, sí, sí!... tienes razón, pero no quiero
estar entre rejas... debo pagar mi crimen,
protégeme, no digas nada,
no comentes mi crimen...
¡debo irme, debo irme!...
Nancy, me voy... que se haga justicia
a mi delito...(Sale corriendo de su casa)
Telón cierra.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 12/03/2013)