Suspira la aurora inmaculada y de mil colores,
se desnuda, se baña en rayos relucientes,
el trinar de aves mañaneras arrulla al becerro
que tembloroso busca el ansiado calostro .
Con fragancia a flor silvestre llega a mi pecho
el mensaje sublime que sabe a tierra húmeda
envuelto en brisa fresca de un amanecer andino
y llega este mensaje sin aviso previo,
llega en alas de un viento matutino
o en el postrer sollozo de un ocaso .
Llega y se impregna en mí y lo transcribo.
No soy poeta, es cierto, todos lo saben,
soy escribiente impune de añoranzas
y en estos versos que son la copia fiel de mis vivencias
pongo el sello de mi alma huraña y mustia.
Eugenio Sánchez