No puedo dejar de lado
la aflicción de mis hermanos,
muy dentro la he llevado
a lo largo de los años.
No les conozco siquiera
mas los amo con fervor,
también tienen sus sueños
y también sienten amor.
En tantos sitios de horror
quizá ni llorar pudiera
atragantándoseme el dolor
por aquellos que yo ni viera.
Y así en el mundo se suceden
impiedades que ya no acallo,
los agravios y crueldades
que otros miran de soslayo.
Mirar debo en torno mío
si me digo ser humano,
que son muchos mis hermanos
que han quedado en desamparo.