Aquella tarde
de tu boca un primer beso.
Los sentimientos todos se agitaron,
hirvió la sangre en mis venas.
Al probar tu tierno beso,
derramose
la emoción en la existencia mía.
Miriadas de suspiros
arroparon
tu vaporoso cuerpo.
En la conciencia adormecida
brotaron instantes,
henchidos de arrebatadora pasión.
Se elevó el espíritu
al espacio de la devoción que exhalas
embriagando la existencia.
Los momentos de los labios
fantasean,
con depositar sus ósculos en tu hombro,
libar el exquicito aoma que despide tu cuello,
cuando te abrazo.
Sosiego en el alma
ya no hay.
Ese beso tuyo
de raíz, mi sensatez sacrificó.
bambam