"Expresamos cosas que unos aman, otros detestan,/ cosas que se palpan, que se sienten,/ nuestras letras para ocultar no se prestan/ y hasta cuando parece que han mentido, no mienten"
Las letras hablan y dicen tanto...
pero sólo para quien sabe leer,
hablan de la risa o quizá del llanto,
de lo que fue, es o nunca va a ser.
Pero sólo para quien las interpreta,
quien lee y analiza más a fondo,
depende también de cada poeta,
si sus letras llegan hasta lo más hondo.
Pero las letras gritan, ellas te delatan,
no saben de disfraces o apariencias,
dicen cuándo tus emociones se desatan
y cuándo te hacen sufrir las ausencias.
Ellas muestran tu personalidad tal cual,
no hay lado oculto de la luna para ellas,
tampoco el relativismo del bien y el mal,
conocen el significado de tus huellas.
Tus letras enseñan lo auténtico de ti,
lo que no aceptan que ocultes o borres,
saben cuándo te hallas perdido por ahí
o cuándo detrás de una esperanza corres.
Saben por qué razón no puedes dormir
y las cosas que a tu almohada le cuentas,
se dan cuenta cuando te dispones a escribir,
si estás diciendo la verdad... o inventas.
Tus letras forman parte integral de tu ser,
tu manera de escribir es tu verdadero yo,
a veces también son las que te permiten ver
detalles de tu persona que nadie más vio.
Son las mismas que usas cuando algo niegas
o cuando afirmas alguna verdad tajante,
tu luz si en un poema oscuro vas a ciegas,
tu motor si has decidido seguir adelante.
Estaré pendiente de ti, serio o sonriendo,
recordando lo que por tus letras descubrí,
esperando que me ames al ir descubriendo
todo lo que en cada poema te dirán de mí.