y cuando los cuerpos inertes, reposen en las tumbas
es cuando entenderás que el amor que te tengo
sobrepasa los límites de lo común, sabrás que nunca mentí
al decirte que cuidar tu alma, me era prioritario a admirar
tu belleza, desearas regresar el tiempo y detenerlo, para poder
escuchar una y otra vez mis suplicas por tu amor, acomodarás
tu cabeza en mi regazo, y cantaras conmigo todas y cada una de esas
estrofas que escribí para ti, así los dos, juntos, esperando a que
amanezca, viviremos lo que el tiempo y el destino, se empeñó
en aplazar, cada sueño, cada ilusión, será ahora parte de una
hermosa realidad, esa en la que tu y yo, somos iguales,
esa en donde las utopías no existen, esa en la que nuestra felicidad
será eterna. . .