Frances Villa

RESULTA

 

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Resulta imposible pensar como una sola presencia-aunque inanimada-puede cambiarte la cara.

Me encuentro en una desesperación amenazante. Quiero pero no debo. En realidad es justo en estos momentos en que uno siente la necesidad de unos brazos, unas manos y sobre todo de una voz consejera, quien le pronuncie sonidos de ecos suaves y satisfactorios.

Yo necesito de esa voz; esa, la que algún día me dijo que me quería, que  me amaba, que siempre me esperaría. Y lo ven ahora-y pueden verlo después-esa voz se distancia con el pasar de las horas y va diciéndome en cada estación: ¡dame tiempo! , tiempo para decidir, tiempo para pensar, tiempo para tratar de olvidarte.

Resulta entonces imposible pensar que me recuerde. Ya se cumplen dos meses (hoy) y no pretendo arruinar su día… y así aunque a veces escucho su voz, la siento tan distante.

El por qué no puedo saberlo… pero yo confío en nuestro PADRE, y se que EL estará pidiendo que ella no me olvide, aún más debe estarle pidiendo al oído que no me deje,… debe estarle pidiendo que me ame.