Sospechaba.
No podía pensarlo.
Continuábamos…
Te alejabas.
No quería reconocerlo.
Seguíamos…
Indicios.
Huellas.
Ebria en certezas
te lloré desarmada en fracciones.
Madrugada,
Ya no podía.
Tu engaño y vos
me rozaban entre sábanas.
Me levanté sigilosa.
Apurada.
Necesitaba huir de tu sonrisa velada.