Entre viento y arena; entre fuego y ceniza
Están mis horas, mis días mi tiempo
En toda su dimensión.
Le apuesto a la espera en su viejo compás,
Quizás enmohecido, como un viejo reloj.
La guadaña de la tristeza se clava en mí
Y sangran versos que no saben a dónde van.
Quizás se los lleve el viento, en su agitado volar
Quizás se queme en el fuego
y el viento los mezcle con cenizas y arena.
N o le quiero gritar al silencio
Sería una lucha desigual,
No le quiero apostar a la esperanza
Pues me cansé de esperar.
Cierro el alma como un libro
Que me cansé de leer.
Sus páginas amarillentas
De tanto lágrimas ver envejecer.
Estoy a punto de lanzarme al vacío
Sin contemplar el ayer.